Descripción
Este paisaje costero se divide en dos partes: A la derecha se aprecia una serie de elevaciones con acantilados, conformando una entrada o ensenada. La parte izquierda la ocupa el mar que entra en estas formaciones semi circulares. La franja de tierra accidentada, caliza o roca ígnea, está cubierta por vegetación en algunas de sus partes, mientras que en los acantilados se ve la piedra limpia, observándose el encuentro de éstas con el mar. En la ensenada hay una pequeña población, que resguardada por ésta descansa protegida de los embites marinos. Las aguas penetran en estos espacios conformando algunas playas, como la que está delante del pueblo o, se estrella directamente con la piedra como se ven en el primer plano. Queda un pequeño espacio en la parte alta de la composición en la que el horizonte se une al cielo. Cleremías aplica una técnica mixta para la realización de este paisaje, pues utiliza material para crear texturas en la zona de la tierra. Trabaja con amplias y muy pastosas pinceladas en la que aplica una rica paleta cromática, destacando el azul y el marron en varias de sus gamas. Como resultado muestra un paisaje sereno en un día luminoso, destacando el tratamiento que aplica al agua. Como referencia a la grandiosidad del mismo, coloca dos pequeñas embarcaciones con blancas velas que parecen salir hacia altamar. Tiene un tamaño sin marco de 33cm x 41cm.
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